En el arco de entrada a la Iglesia Parroquial de Codes, y para los ojos curiosos que se fijen, podemos encontrar una serie de inscripciones primitivas que nos revelan de manera repetida, y en diferentes formas, una de las señales de identidad de esta pequeña localidad.
Es una portada en arco de medio punto en cuyas jambas aparecen labradas numerosas figuras las cuales siguen un mismo patrón, el CERRO y la CRUZ cristiana que lo preside en lo que los lugareños conocen como el Castillo.
LAS PIEDRAS DE LA IGLESIA NOS HABLAN
En las paredes de las Iglesias pasan desapercibidos numerosos signos o grabados que tan sólo pueden ser vislumbrados cuando uno repara a observar las piedras detenidamente y que nos sorprenden y transportan a tiempos pretéritos. Casi todas las iglesias guardan “secretos” de este tipo escondidos. Su historia está estrechamente ligada a los hombres que las construyeron o, como sucede en Codes, a aquellos que habitaron en su entorno en los siglos que estos templos tienen de existencia.
Muchas veces estos detalles no han quedado ocultos u olvidados, siguen estando a simple vista y accesibles, pero el aspecto religioso de los edificios en los que se hallan no facilitan que se encuentren tan arraigados, en la sociedad actual, tal y como cuando fueron labrados en la piedra.
ORIGEN DE LOS GRABADOS…
Llevan muchos años y años, incluso posiblemente algún siglo que otro a la intemperie, grabados en las piedras del arco de entrada a la iglesia de San Pedro de Codes, en lo que fue y es el pleno corazón del caserío de este pueblo.
Determinar su origen y existencia es tarea improbable, pues evidentemente no existe documento alguno y a todas las personas mayores que preguntas, todas ellas responden con un “siempre han estado ahí” y con el orgullo que tendría un niño nos indican que siendo muy chiquillos dejaban grabadas con sus pequeñas navajas rayas y letras en las piedras calizas y rojizas situadas a la izquierda del arco de entrada, quizás emulando los rayados e iniciales ya existentes en esos sillares y realizados por sus antepasados, tal y como se puede observar en la actualidad.
Nos gustaría no perder la esperanza y creer que hayamos obviado a alguna persona que si nos pueda ayudar y nos pueda facilitar luz a este respecto.
LAS INSCRIPCIONES y su finalidad
La principal finalidad de las inscripciones es publicitar un mensaje de forma universal y permanente, mediante unos caracteres concisos y funcionales que otorgan un verdadero sentido a quien ve estos objetos inscritos. En el caso codeño es indudable que quien los observa rápidamente los identifica con el pueblo en sí, con su singular ubicación en la cima del cerro y como este lo preside una cruz.
El hecho para determinar la importancia de estas inscripciones depende fundamentalmente de su ubicación o emplazamiento, legibilidad y perdurabilidad en el tiempo.
Su emplazamiento
Habitualmente la mayor parte de las inscripciones están situadas en el interior de los edificios. Cuando se trata de inscripciones emplazadas en el exterior, hay preferencia por los pórticos de entrada, las ventanas y, en general, por los espacios visualmente más cercanos y llamativos para quien va a ser el receptor.
Las que estamos conociendo se encuentran en el exterior del edificio, concretamente en el arco que da acceso al templo, lugar obligatorio de paso para todos los feligreses que acudirían a visitar la Iglesia de San Pedro.
Su legibilidad
La legibilidad contribuye de manera esencial a que el mensaje llegue a un público lo más amplio posible.
Aunque la existencia de escritura o caracteres escritos es fundamental para conseguir este propósito, en el caso codeño no es esencial pues la simplicidad de sus inscripciones y el hacer referencia a un figura tan representativa le dota de total legibilidad visual y comprensión para quien la observa. Además esta aumenta gracias a la técnica usada, el surco tallado a bisel, que favorece los contrastes de luces y sombras.
Su perdurabilidad
Se asocia tradicionalmente la perdurabilidad de las inscripciones a la durabilidad del soporte, pues la elección de los que poseen una alta dureza garantiza en buena medida la conservación de la inscripción, ya que opone resistencia a los elementos destructivos, sean los que sean. De ahí que la mayoría de las inscripciones conservadas tengan por soporte la piedra, tal y como sucede en nuestro pueblo, logrando por ello que estas inscripciones hayan perdurado en el tiempo y que actualmente aun sean legibles en igual manera que cuando se realizaron.
En Codes no solo la elección de la piedra como soporte ayuda, pues también son fundamentales:
- El emplazamiento en el que se encuentran, un “portegado” cubierto que le protege de la prolongada exposición a las inclemencias meteorológicas.
- El edificio en el que se encuentran, pues dado su aspecto religioso y a lo que esto significa en la población, hace que hayan sido respetadas sin haber sufrido eliminación o variación alguna.
FUNCIÓN PROTECTORA
El significado más interesante que presentan estos grabados labrados es el que tiene que ver con su papel como elemento de protección de la población y colectividad religiosa a la que pertenecen. Así su autor, siguiendo prácticas que se remontan a tiempos inmemoriales, busca salvaguardar a su comunidad de las posibles desgracias o los malos espíritus.
Para tal cometido, el autor echará mano fundamentalmente de símbolos cristianos como las cruces, generalmente en forma de cruz de Calvario, tal y como sucede en los grabados de nuestra iglesia. Junto a estos símbolos relacionados con la religión católica encontramos otras representaciones, como las que hacen referencia al entorno o ubicación en la que nos hayamos, y que en Codes hacen referencia al cerro o montaña sobre el que se asienta.
Todos estos grabados cumplen la función como decimos de proteger, a la población y a los habitantes de esta, contra el mal, actuando a modo de detente de este y ubicándose en aquellos espacios por los que éste puede penetrar, de ahí que sean los dinteles de puertas y ventanas los lugares preferidos para su inscripción.
SIGNIFICADO DE LA CRUZ
Normalmente en estas inscripciones, el significado es únicamente religioso y el grabado representa mayoritariamente una Cruz de Latina, o de Calvario en su sentido genérico pues esa es su forma. En nuestro caso es un amplio repertorio de cruces el que se haya representado: de forma bizantina, de San Pedro, Patriarcal o de Caravaca, con forma Tau...
Esta Cruz, la concreta que aparece sobre el cerro o montaña, tiene para nosotros un significado específico, un significado “codeño”, pues simboliza una figura distinguida para los habitantes de Codes; la cruz que preside el cerro guarda una razón concreta para sus habitantes pues era y sería parte de las celebraciones de la Cruz de Mayo.
CRUZ DE MAYO.- Preámbulo de las festividades de San Paulino, se celebraba esta festividad. Austera en las formas se realizaba a primeras horas de la mañana. En ella se realizaba la bendición de los campos al “pago” que pertenecían.
En Codes existen dos pagos, el de arriba que incluye todo lo que queda a la izquierda de la Cruz del Castillo y el de abajo, que por el contrario encuadra lo que queda a su derecha.
Los pagos alternaban año a año, y según correspondiera el pago ese año se realizaba en la Cruz del Castillo (pago de arriba) o en la Cruz existente en la Ermita de la Virgen del Buen Suceso (pago de abajo).
Tras una misa, se salía en procesión hacia donde correspondiera, encabezada esta por los monaguillos y el sacristán que portaba la cruz.
Llegados al Castillo o Ermita, el cura ponía unos pequeños velotes en las hornacinas, talladas a forma de crucifijo, en las cuatro caras de la parte superior de las cruces que se encontraban en estos sitios y que simbolizaban los cuatro puntos cardinales y con ello sus vientos: El Cierzo en el Norte, el Ábrego en el Sur, el Regañón en el Este y el Solano en el Oeste. Tras esto incensaba y rezaba un responso a forma de bendición y de plegaria para que trigos y cereales fueran buenos ese año.
EL AUTOR y EL ARTE POPULAR
Nuestro autor o autores de la inscripción han sido con total certeza habitantes anónimos del pueblo. Desconocemos si con sus inscripciones buscaban obtener la gran permanencia que han tenido sus grabados, y que con ello la emisión de su mensaje de protección para la población se extendiera a través de los años, ligando este a la permanencia del templo a lo largo de sus siglos de existencia. Al igual, no podemos establecer si son obras premeditadas o en su defecto fruto de la espera en la puerta del templo en celebraciones litúrgicas o festivas.
En cambio sí podemos afirmar que el autor o autores de los grabados condicionaron su realización por la ubicación de las mismos, pues el lugar elegido es el más idóneo para transmitir su mensaje, tanto a quien se le solicita, santidades y deidades, como para hacerlo extensible visualmente a todos los que serían beneficiarios de él.
Una de las características del arte popular es el anonimato de sus autores, el cual deviene del carácter humilde de los grabados y que se hace extensible a la propia identidad de sus creadores y de la sociedad en la que habitan.
El autor de las inscripciones, que con los años adquieren la condición de arte popular, nunca se considera a si mismo como un artista, únicamente aplica sus conocimientos específicos sobre la materia, si los tiene, para lograr publicitar o comunicar su mensaje. En nuestro caso, con total rotundidad, podemos establecer que nuestro “artista” carecía de conocimientos previos y específicos en el tallado o labrado de la piedra.
Esta humildad de la que hablamos, en obra y artista, se prolonga incluso en la manera de confección de los grabados, sin herramientas o utensilios para ello, y realizados con los instrumentos que el autor tenía en ese momento concreto para ello, y que con total certeza fuera su útil más preciado en el día a día codeño, su navaja.
Orgulloso de su creación, podemos observar que el autor perfecciona dentro de sus posibilidades algunos de los grabados, con formas perfectamente redondeadas y oscureciendo sus biselados para así hacerlos más visibles.
Esta falta de reivindicación en la autoría individual de la obra nos lleva a una reivindicación de la propiedad con una extensión comunitaria, y la obra pasa a ser posesión y dominio de la población y la totalidad de sus habitantes, expresando de esta manera la idiosincrasia de los codeños en la época en la que fueron realizados.
Tal y como comentábamos con anterioridad, fuera del área donde se encuentran los principales grabados se hallan otros "rayados" por los que antes eran niños, y ahora muy mayores, que nos indican que dejaban grabadas con sus navajas las rayas e iniciales en las piedras calizas y rojizas situadas a la izquierda del arco de entrada, así emulando los rayados y letras ya existentes en esos sillares y realizados por sus antepasados.
La Asociación Cultural
En los últimos años sus habitantes han elegido orgullosos ésta imagen como logo representativo de su Asociación Cultural, y no vinculado a que ya existiera este grabado en su Iglesia, sino porque este se ha convertido en una imagen que representa de manera global a esta pequeña población, ahora y antes, como ya lo sentían sus antepasados.
Con el paso del tiempo es innegable que el emplazamiento de Codes se ha convertido en señal de identidad de este en sus habitantes y en quienes lo visitan y conocen. Todo su caserio y construcciones lo representan pero de especial manera su emplazamiento y la cruz que orgullosa lo preside en la lejanía.
Podemos decir que con total seguridad que “Codes es el cerro y su cruz”…
Artículo registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual de Safe Creative con código 1802205837318
BIBLIOGRAFÍA / REFERENCIAS / AGRADECIMIENTOS:
- GARCÍA MORILLA, ALEJANDRO: Tesis Doctoral “Las inscripciones medievales de la provincial de Burgos – Univ. Complutense de Madrid (Facultad de Geografía e Historia) – Madrid 2013
- GONZÁLEZ PUÉRTOLAS, ALBERTO: Inventario de inscripciones labradas en Pasarón de la Vera.
- Recuerdos e historias que nos cuentan “nuestros mayores codeños”…
- Logo Asociación Cultural Amigos de Codes