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Ernesto Tello García

El CASTILLO de Codes


FRANCISCO LAYNA SERRANO

Origen e inicio de lo que hoy es el actual caserío, fue la fortaleza, torreón o castillo que existió en Codes. Debemos apuntar a que el propio emplazamiento de la localidad en si ya es una fortaleza natural.


Esta fortaleza con seguridad se remontaría ya a épocas en las que la cumbre de nuestro cerro era coronada por fortines ibéricos y celtas de sencilla construcción, que dominaban el sabinar y avisaban del peligro a los asentamientos existentes en el territorio.


Posteriormente, y durante la dominación árabe, estas estructuras, aunque siguieron siendo simples, mejoraron y se constituyeron en un torreón elemental, capaz de albergar alguna gente, y completadas por un pequeño recinto murado, donde se acogían enseres y animales. Restos históricos de esta época confirman que la cumbre de nuestro pueblo ya estaba poblada antes que la Reconquista cristiana llegará a sus puertas. Fueron lugares imprescindibles para la vigilancia, y cobijo, en estos territorios tan lejanos, aislados e indefensos.


Por los documentos medievales se deduce que, tanto los núcleos de población aunque fueran pequeños, como los lugares aislados del entorno rural, estuvieron frecuentemente al abrigo y protección de algún tipo de estructura defensiva, levantadas generalmente en las cumbres de los cerros.


Los fronterizos con Aragón estuvieron al norte del Señorío, en las Sexmas del Sabinar y la Sierra, y hoy casi todos se encuentran en ruinas y aún hay otros de los que restos ni quedan, como sucedería con el de Codes, y del cual estaría documentada su existencia y memoria según Sanz y Díaz.


TORREÓN FORTALEZA de CODES

Ya en la Edad Media evolucionaron a torreón almenado, en las ubicaciones de las antiguas estructuras ya existentes, y eran capaces de albergar a varias familias con sus pertenencias. Como indica Sanz y Díaz, estas fortificaciones de vigilancia y auxilio, similar a la que existiría en Codes, eran de planta rectangular, con escaso realce, capaces para una reducida población o guarnición, divididas en varios pisos y sótano con pozo o aljibe, terminando en plataforma de observación y señalización para los centinelas de otras atalayas, que mediante luminarias por la noche y humaredas por el día se comunicaban en amplias líneas estratégicamente establecidas en un gran radio de acción. En nuestro caso se podría haber comunicado con total efectividad con la torre fuerte del vecino pueblo de Barbacil.


Existen indicios documentales, algunos transcritos por Antonio Herrera Casado, de que en los extremos occidentales del Señorio, don Manrique de Lara, primer señor y conde de Molina, levantó en la primera mitad del siglo XII poderosas fortalezas, entre las que posiblemente se encontraría la desaparecida de Codes.


Durante los siguientes siglos la fortaleza de Codes presidió el emplazamiento y actuaría de vigía entre las luchas de las coronas de Aragón y Castilla. A causa de estos enfrentamientos y mediado el siglo XV, acaece su posible destrucción.


En el año 1452 Codes sufre su mayor desgracia conocida. Tras los enfrentamientos de los Reinos de Castilla y Aragón, Don Gastón de la Cerda, IV Conde de Medinaceli y que luchaba junto a Castilla, cae prisionero de los aragoneses, quedando preso durante dos años. Una vez negociada su liberación y como venganza por su encarcelamiento, engaño y derrota desigual, apoyado por señores castellanos, arrasó una amplia zona fronteriza con Aragón, en la que se encontraba Codes. La comparativa entre la población anterior a 1452 y el censo de 1488 de la Tierra de Medinaceli, muestra que la mayoría de los más de treinta pueblos afectados por esta represalia conservaron sus vecinos y que mayoritariamente los incrementaron. Codes no se ajustó a esta realidad y debió sufrir severamente la venganza del Conde de Medinaceli siendo devastado y produciéndose una gran despoblación de vecinos. Si con anterioridad a 1452 contábamos con al menos cincuenta vecinos en el lugar, tras el ataque de las tropas castellanas, y a finales de siglo, únicamente 27 familias formaban el censo de Codes. Aunque en los siglos posteriores se repobló, fue un hecho que frenó el crecimiento como población, pues según datos de la época era de los pueblos de la zona que más vecinos tenía.


Es posiblemente en este acontecimiento, que afectó a la localidad y vecinos en sobremanera, cuando las tropas castellanas destruyen su torre y la fortaleza fronteriza de Codes, no siendo reconstruida y cayendo en desuso y ruina en las décadas que finalizan el siglo XV.​


TORREÓN FORTALEZA de CODES

En los documentos y censos posteriores, Codes sigue apareciendo como parte de la Tierra de Medinaceli, como lugar de Señorío Secular, que perdura en los siglos, y muestra una rápida recuperación poblacional, tras la devastación sufrida. En el Censo de Pecheros (Carlos I, 1528) la localidad ya cuenta con 62 vecinos pecheros o que contribuían con rentas a la Corona y con el Censo de las Provincias Ordinarias y partidos de la Corona de Castilla, de 1591, son 80 los vecinos pecheros.


Esto muestra que tras la destrucción sufrida surge un nuevo Codes, que recupera su población y sus antiguos y nuevos habitantes afianzan la seguridad del caserío dotándolo de nuevas construcciones en sillarejo o piedra. De igual manera y acorde a la nueva distribución del pueblo se realiza la construcción de la iglesia parroquial dedicada a San Pedro y cuya obra finaliza pasada la mitad del siglo XVI. Como parte fundamental y posibilitador de esta transformación aparece lo que fuera el Torreón o fortaleza de Codes y sus estructuras en ruina de piedra, y que según las leyendas populares de nuestros antepasados, fueron destinadas a la construcción del actual pueblo y formando parte de los muros posteriores del nuevo templo religioso que se levantaba.

 



Abundan en la toponimia de los pueblos de la zona los términos que conllevan a ideas de fortificaciones protectoras, y como ya hemos comentado con anterioridad esto tiene su mayor exponente en lo que los codeños denominan como “El Castillo”, cumbre del cerro desde la que se divisa el amplio sabinar y recuerdo inmemorial de la segura localización de lo que hubiera sido la estructura defensiva existente en época medieval.



 

Destacamos el gran trabajo de investigación de José Sanz y Díaz, historiador molinés del siglo pasado y gran descubridor de los castillos de esta zona, gracias al cual empezamos a tener conocimiento sobre la historia y existencia de esta fortificación en Codes. Su pasión por los castillos molineses queda reflejada en las siguientes líneas que bien podrían haber descrito nuestro baluarte:


“Coronan nuestros castillos cumbres y cimas en perpetua desolación, desafiando temporales y bonanzas, las nieves y los ardores del sol en un clima por demás extremo. Permanecen allí con sus historias épicas a la espalda y el sombrío misterio de sus leyendas, bordadas por los románticos sobre el cañamazo medieval”.

 

REFERENCIAS / BIBLIOGRAFÍA:

- Contenido extraído del artículo publicado en este Blog: ¿Codes o Codés?

(Referencias incluidas en el artículo original)


- Plano Cabecera (y detalle): LAYNA SERRANO, Francisco: Castillos de Guadalajara (1933)


 

Extracto del Artículo registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual de Safe Creative con código 1712225166650


 

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